Llega noviembre, baja la temperatura y, de repente, la gente tiene una necesidad imperiosa de ir a visitar a sus parientes que llevan años sin que les molesten. ¡Es el Día de Todos los Santos! El día en que el cementerio pasa de ser un lugar sobrio a ser una explosión floral, un showroom de floristería al aire libre. Es una tradición preciosa, sí, pero también es el momento del año en que los cementerios exhiben más decoración que tu propia casa. Y en el centro de este glamour funerario, está él: el indiscutible rey, el Crisantemo, la flor de la eterna polémica.
El Crisantemo: De Flor Imperial a Símbolo Funerario (Un Descenso Social)
En Asia, el Crisantemo es la flor por excelencia: representa la longevidad, la nobleza y es símbolo imperial en Japón. Su prestigio es comparable al de la rosa en Occidente. ¿Y en España? Aquí esta flor se usa para decir: «Te recuerdo, pero me duras hasta el puente».
- ¿Por qué el Crisantemo se adueñó del cementerio? No es una conspiración. Es pura practicidad (y un poco de falta de imaginación). Es una flor robusta, que florece justo en otoño, y es increíblemente resistente al frío y a la negligencia. Es la flor perfecta para dejar en un sitio donde no vas a ir a cuidarla hasta el año siguiente. Es la flor todoterreno de bajo mantenimiento que sobrevive a las inclemencias del tiempo, a tu cuñado cotilla y a tu despiste con el riego.
- La Tradición de la ‘Puesta en Escena’: Seamos sinceros, el 1 de noviembre es, en parte, una competición silenciosa. ¿Quién ha limpiado la lápida? ¿Quién ha traído el centro más grande y frondoso? Es el único día en que la vida social de la familia difunta se reactiva. Y las flores son la bandera que dice: «Aquí se recuerda con estilo, y esta tumba no es una vergüenza». Es un acto de amor y, un poquito, de postureo familiar.

El Kit de Supervivencia Floral para el 1-N (y otros consejos)
Si vas a hacer el peregrinaje floral, al menos hazlo con cabeza y evita ser el hazmerreír (incluso de los fantasmas).
- Evita el ‘Ataque de Rosa’: Las rosas son preciosas, sí, pero delicadas. Si las dejas sin cuidados constantes en el exterior, durarán menos que tus propósitos de Año Nuevo. Usar Rosas es decir: «Te amo, pero solo te doy 24 horas de belleza». El Crisantemo te dice: «Te amo, y aguanto un mes de lluvia». Sé práctico, que el amor eterno puede ser resistente.
- El Clavel, el ‘Guerrero’ de la sencillez: El Clavel es la alternativa honrada. Rústico, con ese aroma picante y mediterráneo, y aguanta bastante bien. Si quieres evitar el estigma del Crisantemo, pero no quieres arruinarte en Lirios (que son carísimos y bastante sensibles), el Clavel es tu opción. Es como ese amigo fiable que no es la estrella de la fiesta, pero siempre está cuando lo necesitas.
- No Compres ‘Ramos Fantasma’: Muchos ramos de cementerio llevan flores tratadas con químicos o flores de plástico mezcladas. No tiene nada de malo la flor artificial (es la más sincera: «No voy a volver a regarte, asume mi compromiso nulo»), pero asegúrate de saber lo que estás comprando. Pagar por una flor que parece natural, pero es de plástico, es el timo más triste del año.

Un Día para la Memoria y la Logística
El Día de Todos los Santos es, en el fondo, una maravillosa excusa para mantener el recuerdo y el negocio de las flores. Es un día de contraste: la solemnidad de la muerte y el color vibrante de la vida (floral). Un recordatorio de que, aunque estemos en el camposanto, la vanidad y el gusto por la decoración no mueren nunca.
Así que, cuando dejes tu centro de Crisantemos, haz una pequeña reverencia y agradece a esa flor resistente por ser el mejor accesorio para honrar a tus muertos… y, de paso, por demostrarle a tu tía-abuela que el gusto por las flores lo has heredado bien.
Deja tu comentario: ¿Eres del equipo Crisantemo o un rebelde del Clavel? Cuéntanos tu flor de cementerio favorita y si alguna vez has visto un centro floral que rozara el mal gusto.

